Hola! Lo primero, decirte que este post no es cómo los habituales, pero ¿qué lo es en estos momentos? He tenido mucho tiempo para pensar últimamente (como es entendible). Y todo el tiempo que no he estado pensando en el tema del momento, he estado ocupando mi mente con otros temas: qué nuevas rutinas pueden ayudarme con mi nueva realidad; angustiándome por toda esa gente a la que quiero y a la que no puedo acompañar en estos momentos; he pensado en vosotros, en mi trabajo, en este blog…
Y me he dado cuenta de que, desde el principio, casi siempre he hablado de mí. Desde que empecé a escribir, asumí que todos sabíais a la perfección cómo vivir con GTD integrado en vuestra vida, que ibais a poder entender todas esas cosas que me pasan o todas esas reflexiones que se cruzaban por la cabeza de una niña que aprendió a decir papá, mamá y GTD casi al mismo tiempo. Y aunque estoy segura de que me entiendes me gustaría, sobre todo ahora, escribir más para ti que para mí.
No me malinterpretes, no me he quedado sin ideas, pero hace solo unos minutos he empezado a escribir un post distinto en el que relacionaba una frase de Nietzsche con una mala práctica de GTD, y me he tenido que decir a mi misma: “Marta, es momento de parar”. No te preocupes, ese post llegará, pero no ahora. Ahora es el momento de estar más unidos que nunca, y no puedo evitar sentirme extraña si intento seguir escribiendo como si nada hubiese pasado.
Así que esta semana, que estamos todos (o todos los que podemos) en casa, lo que quiero es preguntarte qué contenido quieres ver. ¿Quieres que explique cómo interioricé yo cada paso? ¿por qué después de casi 10 años utilizando la metodología me sigo cayendo de la tabla? ¿cómo es vivir en una casa en la que GTD es un miembro más de la familia?…
Siempre digo que este blog es tan mío como vuestro, pero siento que a veces no predico con el ejemplo.
Así que, todo dicho, ¿sobre qué quieres que escriba?
Mucho ánimo y cuídate mucho a ti y a los tuyos. Hasta la semana que viene 😊
5 Comments
GonzaloD
Hola Marta!
Te lanzo una idea parecida a una de las que tu misma planteabas en tu post.
Si bien GTD es una metodología individual, el estar rodeada en casa de gente que también la aplica, ¿hace que esto se note de alguna manera en la interacciones del día a día? En caso positivo, ¿ejemplos? 😉
Gracias.
Un abrazo,
Gonzalo.
Marta Bolívar
Hola Gonzalo!
A ver si escribo un post sobre el tema que no eres el único que me ha preguntado 😉
Un abrazo!
Marta
Helga
Hola Marta!! Decirte que me encanta la perspectiva que le das a tus post, ideal para los iniciados en este mundo del gtd (o al menos ideal para mí). Tu compañera Laura ha sido la culpable de que ahora esté pensando en listas, contextos y caídas y subidas a la tabla jajajaja. Pero contenta de que me «liara», la verdad. Bueno, al grano. Te escribo porque me gustaría conocer como fueron tus inicios bajo el punto de vista de una estudiante de instituto. Como madre de un hijo que ahora está estudiando 2 ESO, sería interesante que empezara a familiarizarse con el tema.
Y ya puestos, te tomo la pregunta que tú misma planteas «¿cómo es vivir en una casa en la que GTD es un miembro más de la familia?». Me tiene intrigadísima !!!
Un saludo !!!
Helga
Marta Bolívar
Hola Helga!!
Okay entiendo lo que me preguntas. Tienes mi serie #gtd4students en la que hablo un poquito sobre el uso de GTD cuando eres estudiante. A ver si dentro de poco saco uno en el que explico mis inicios más en detalle!Muchísimas gracias!!
Un saludo cordial 🙂
Marta
Helga
Gracias Marta!!
Pues voy a echarle un vistado a la serie que me comentas de #gtd4students. Será estupendo leer tus inicios, suena fenomenal !!. Un abrazo !