Ya sabéis que mi GTD siempre ha sido un «donde me pica me rasco». Cuando empecé a utilizar la metodología, reconozco que la idea de los contextos me pareció inútil para mi caso.
Tenía poco que hacer y con una simple lista era suficiente. Pero, poco a poco, la cantidad de cosas que tenía que hacer iba aumentando. Pero no sólo eso, sino que cada vez más, me causaba estrés ver cosas que tenía que hacer, pero no podía hacer en ese momento.
Por eso el contexto @Cole, el contexto @Casa y la agenda @Padres fueron apareciendo. Pero los deberes, las cosas que tenía que hacer para clase no entraban en ningún sitio. Si lo ponía en el contexto @Casa y un profesor faltaba y podía ponerme a hacer cosas tenía que mirar un contexto que no era. Si estaba en casa, pero me había dejado las cosas de clase en el coche, veía cosas que no podía hacer.
Así que le empecé a dar vueltas. Le pregunté a mi padre qué dónde ponía las cosas que podía hacer en varios sitios. Su respuesta era siempre la misma: «la circunstancia más limitante».
Después de una semana de comerme un poco la cabeza, di con la solución: contexto @mochila. Puede parecer simple, o puede parecer una obviedad, pero es cierto que no se te ocurre de primeras. Cuando mi hermana aprendió GTD, ese mismo consejo le ayudó muchísimo a la hora de aclararse.
Ahora que estoy en la facultad, también hace que todo sea mucho más simple. Dentro del propio contexto @mochila existen varias categorías: «leer», «hacer», «escribir». Ahí pongo todo lo que, independientemente de dónde esté, puedo hacer si tengo la mochila de clase. Además, con esto, me ayudo a mí misma a saber qué tipo de energía necesito para cada cosa y qué entorno me puede ayudar más.
Si estoy cansada al final del día, a lo mejor lo que más me conviene es ponerme a hacer físicamente cosas que no me requieran pensar mucho. Si tengo alta energía, pero estoy en un sitio con ruido, lo que más me conviene es ponerme a escribir y, si estoy en la biblioteca, con silencio y me acabo de tomar un café, a lo mejor es el momento de ponerme a leer esa monografía que tengo un poco olvidada.
Además, me ayuda tener separadas las cosas de ordenador de las que necesito la mochila para hacerlas. Al final, hay días que no me llevo el portátil a la universidad, y muchos otros en los que solo llevo mi ordenador conmigo. También las categorías dentro de ordenador como «online»/«offline». «leer»/«hacer» me ayudan a elegir.
No quiero decir con esto que lo que me funciona a mí y lo que me ayuda a mí tiene por qué ser lo que más os ayude a vosotros. Pero cuando aprendes GTD, nadie te da estos pequeños trucos para hacer que una cosa que parece enfocada a los profesionales, te funcione a ti también.
Por eso me encantaría que, si usáis otros contextos y me queréis compartir problemas con ellos —o hay cosas que no os encajan dentro de lo que he dicho yo— me lo dejarais en los comentarios. No sólo porque estaré más que encantada de ayudaros, sino también porque, a raíz de una conversación que tuve en los comentarios del post de los Checklists con Gonzalo, yo también me replanteé mi propio conocimiento de GTD y nunca está de más darle vueltas a las cosas de manera conjunta ; )
4 Comments
GonzaloD
Hola Marta!
Me está encantando tu serie de GTD4Students 😉
Una pregunta: ¿podrías compartir 2-3 ejemplos (de los más dispares que te encuentres) de próximas acciones en tu categoría ‘hacer’ de tu ordenador?
Quizás me has dado una idea sobre algo a lo que vengo dándole vueltas varios meses…
Ya te cuento.
Un abrazo,
Gonzalo.
PD.: Me alegro de que mi comentario en uno de tus anteriores posts, te aportará algo 🙂
Marta Bolívar
Hola Gonzalo!
Muchas gracias 🙂
Te pongo tal cual tres ejemplos de siguientes acciones:
«Incorporar y reescribir el ensayo de epistemología utilizando el feedback de x. que está en las fotos del documento x»
«Imprimir el participant tent (ubicación en Dropbox) y hacer un borrador en papel del diseño»
«Leer el documento x y escribir un borrador del tema del trabajo de antropología del conocimiento y enviarlo por el grupo de whatsapp x para pedir feedback»
No sé si con esto resuelvo tu duda, si prefieres que te diga otros ejemplos coméntamelo. Pero son tres ejemplos para los que necesito diferentes niveles de energía y tiempo disponible y de distinta dificultad.
Un abrazo!
Marta
GonzaloD
Hola Marta!
Gracias por tu respuesta.
Me ha quedado claro como lo usas.
Aprovecho para compartir contigo por qué te preguntaba 🙂
Llevo unos meses dándole vueltas a hacerme un listado de verbos de acción para básicamente poder traducir y reducir mi ‘realidad’ a la redacción de próximas acciones con unos verbos GTD concretos.
Una de las finalidades es poder definir mis próximas acciones de manera que lleven implícitamente los subcontextos de tiempo y energía, y que de esta manera, al quedar ordenados por orden alfabético, me facilite el paso ejecutar.
Lo intento explicar con algunos ejemplos: enviar un email vs escribir un email, apuntar algo en un fichero vs completar un fichero , leer vs ojear. No sé si se entiende la idea.
Para algunas acciones, especialmente las de energia y tiempo altos, no he dado aún con algo que me convenza y cuando leí tu post, pensé: ¿y si uso el verbo ‘hacer + [algo]’? De ahí venía me pregunta 🙂
Aunque no tiene nada que ver con lo que haces tú, ese verbo ‘hacer’ creo que me puede dar juego…
Tengo que seguir dándole una vuelta 😉
Muchas gracias y otro abrazo!
Marta Bolívar
Hola Gonzalo!!
Gracias por compartirlo conmigo, suena interesante y me encantaría que me mantuvieras informada :). Me alegro de que te sirviera de algo jajaja. Ya me contarás y suerte!! Si quieres saber mi opinión sobre lo que sea no dudes en contarme, ya sabes 🙂
Un abrazo
Marta